Los cazadores

Al caer la noche salen de sus cuevas, sedientos...

Los cazadores atraídos por el olor a soledad y desespero

Caminan en dirección a los antros de dulce perdición,

Se alimentan de corazones rotos y olvidados

Los cazadores hambrientos sacan sus sucias garras a la luz de la luna,

Depredadores despiadados

por la última lágrima,

el último dolor encontrado en la alma perdida de alguien. 

Todos somos depredadores,

Todos somos presas.

Nocturnos. Urbanos.

De noches borrosas y pasiones fugaces,

Resacados Urbanitas.